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LA RESPONSABILIDAD Y LA ÉTICA EMPRESARIAL, SEGUNDA PARTE.

En el ordenamiento jurídico venezolano, existen normas que consagran valores y principios orientadores de la RSE (Responsabilidad Social Empresarial), en Venezuela, una de ellas es de fuente constitucional y otra  proveniente de Tratados internacionales.

En el primer caso, el artículo 135 publicado en la Gaceta Oficial 5.453 del 24 de marzo de 2000, establece que «las obligaciones que corresponden al Estado, conforme a esta Constitución y a la ley, en cumplimiento de los fines del bienestar social general, no excluyen las que, en virtud de la solidaridad y responsabilidad social y asistencia humanitaria, correspondan a los o a las particulares según su capacidad. La ley proveerá lo conducente para imponer el cumplimiento de estas obligaciones, en los casos en que fuere necesario. Quienes aspiren al ejercicio de cualquier profesión, tienen el deber de prestar servicio a la comunidad durante el tiempo, lugar y condiciones que determine la ley».

Por lo tanto, esta norma de carácter constitucional, transfiere obligaciones a la empresa privada para desarrollar programas de RSE. No obstante, desde la perspectiva del derecho internacional público, en Venezuela se han firmado y ratificado diversos tratados relacionados con la RSE. Entre ellos los 10 Principios del pacto Mundial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), vigente desde el año 2000. En este instrumento de carácter internacional, quedo establecida la obligación de las empresas de apoyar y ejecutar valores fundamentales en materia de derechos humanos, medio ambiente, normas laborales y prevención de la corrupción.

Paralelamente, se han desarrollado seis leyes que establecen obligaciones a cargo de los particulares, cuyo objetivo es fomentar la RSE:

Ley de Servicios Sociales

Ley de las Personas con Discapacidad

Lay Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación

Ley Orgánica contra el Tráfico Ilícito de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas

Ley de Impuestos sobre la renta

Ley Orgánica de Ambiente

Ahora, continuando con el desarrollo de este trabajo se abordara de inmediato el concepto de RSE, el cual según lo define la ONU, es “el compromiso de las corporaciones de contribuir con el desarrollo sustentable, trabajando con sus empleados, los familiares de éstos, la comunidad local y la sociedad en general para mejorar la calidad de vida, en formas que son positivas tanto para las empresas como para el desarrollo.

Existe la creencia en el colectivo tanto nacional como universal, que la RSE es una obligación que viene impuesta por el Estado a través de leyes locales o de instrumentos públicos de carácter internacional, como los tratados,  pactos u acuerdos internacionales; sin embargo, la responsabilidad social empresarial es más que una obligación, es un compromiso, que debe surgir de la propia convicción del empresario que su empresa no vive aislada del colectivo sino que forma parte de él y que los efectos producidos por la comercialización, venta, producción o transformación de los bienes que maneja, afectarán inclusive a la propia actividad que despliega.

En razón de lo anterior, cuando la empresa aprovecha el entorno y realiza un trabajo estratégico, se beneficia no solo la sociedad sino la misma organización: “Hay que hablar de RSE estratégicamente, con el lenguaje que cada público entiende y con los beneficios que atañen a cada grupo de interés”

En consecuencia, las empresas que asumen el compromiso con la responsabilidad social empresarial, deben buscar o inclinarse hacia proyectos que sean sostenibles y generen beneficios para todos los actores involucrados.

En concordancia con esta forma de pensar y de actuar,  en el mundo se están destacando ciertos temas para el desarrollo de RSE, entre los cuales encontramos:

Alianzas Multisectoriales a gran escala: Si por ejemplo, se desea impactar positivamente el sector educativo, no se debe trabajar únicamente con la escuela o colegio que se encuentra ubicada a los alrededores de la empresa, sino que se debe hacer con el sistema general de educación, para buscar impactar y beneficiar a una mayor cantidad de personas.

Medio ambiente: Muchas empresas generan impactos negativos sobre el medio ambiente, por lo cual están estableciendo o adoptando medidas que disminuyan esta externalidad negativa, a través de la inversión en nueva tecnología más limpia y eficiente, o nuevos programas de manejo de agua residuales. También a través de proyectos de siembra de árboles, programas de cuidado ambiental, etc.

Capacitación y desarrollo profesional: El balance vida – trabajo es fundamental para la productividad de los trabajadores de una empresa. Entre mayor calidad de vida se les ofrezca a los trabajadores, mayor será su productividad y mejores serán los resultados.

Código, ética y gobernabilidad: ¿Las empresas son conscientes de los impactos que pueden producir sus decisiones en el mundo? La crisis mundial y los escándalos corporativos son un ejemplo de como una mala decisión puede afectar al mundo.

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